sábado, 20 de mayo de 2017

El fútbol europeo manda investigar si cabecear la pelota es un riesgo para los chicos

¿El cabezazo, un peligro?

El fútbol europeo manda investigar si cabecear la pelota es un riesgo para los chicos

Quieren determinar si produce alguna lesión cerebral en juveniles. En EE.UU. lo prohibieron para menores de 10 años
El fútbol europeo manda investigar si cabecear la pelota es un riesgo para los chicos
Frentazo. Un chico de 10 años practica el cabezazo en un club de fútbol infantil de Banfield.
¿Qué hubiese pasado si Martín Palermo nunca hubiera entrenado su cabezazo cuando era chico? ¿Cuántos goles menos hubiese hecho? ¿Y si el Tata Brown no metía el frentazo goleador en la final del Mundial del 86? Las incógnitas surgen luego de que la Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA) encargó una investigación sobre los riesgos de cabecear la pelota entre los futbolistas juveniles. En Estados Unidos está prohibido que los menores de 10 años entrenen cabecear, mientras que los neurólogos opinan que puede existir una relación entre los cabeazos y las lesiones cerebrales.
Se conoció en la semana que el proyecto del comité médico de la UEFA busca evaluar las consecuencias de cabecear la pelota en las prácticas y partidos en las categorías juveniles en y determinar si eso tiene algún efecto en la estructura y las funciones del cerebro de los futbolistas más chicos. La decisión surge después de que la federación estadounidense de fútbol recomendó a sus clubes que eviten que sus jugadores menores de 10 años cabeceen la pelota, y que limiten la cantidad de veces que cabecean los futbolistas de entre 11 y 13 años.

¿Podría repercutir el simple cabeceo de una pelota con una lesión cerebral? Los especialistas dan su opinion. Uno de ellos, el pediatra y deportólogo del Hospital Británico, Miguel Alemán, expresa que la idea de investigar es correcta, pero duda de su resultado. “No creo que se obtengan definiciones concretas. Se deberá tener en cuenta la pelota con la que se hacen las pruebas, el país o la región en donde se entrena y saber diferenciar si el problema es por utilizar la cabeza o por si ese chico no está bien nutrido, por ejemplo”.
Parecido es lo que dice Sebastián Gasio, neurólogo infantil de la Fundación Favaloro: “Me parece correcto que se investigue el potencial efecto negativo de los cabezazos de pelota, pero esto no quiere decir que hay que generar paranoia. De hecho hasta la adolescencia el cráneo se sigue desarrollando y una lesión cerebral puede ocurrir en la adultez. Por eso es fundamental despejar estos interrogantes para que sea una actividad segura, si es que no lo son del todo”.
En una columna publicada en la revista Viva, el neurocientífico Facundo Manes describió:“Existe una estrecha relación entre la cantidad de cabezazos que un jugador hace y las anomalías cerebrales”. Y agregó que los músculos del cuello no están desarrollados para poder realizar cabezazos sin riesgos de lesiones: “Esto, sumado al hecho de que aún están aprendiendo a cabecear, puede causar daños cerebrales”, afirmó.

Por eso, en un club de fútbol infantil de Banfield, el entrenador le enseña a sus alumnos la manera correcta de cabecear. “Es importante la postura con la que saltan”, dice el DT mientras les tira con sus manos el balón desde atrás del arco para que los chicos mejoren el disparo: “Tienen que cabecear con la parte frontal, son pelotas blandas, porque a esta edad lo que a mi me interesa es que aprendan la técnica, no tanto la fuerza, eso se mejora con el correr de los años”, explica Hernán, que hace 18 años trabaja con chicos de 9, 10 y 11 años.
El que observa el entrenamiento es el papá de uno de los nenes. “Con mi hijo juego en el pasillo de casa a pasarnos la pelota con la cabeza. Si creería que eso podría generar peligro no lo haría. No creo que pueda tener relación una cosa con otra”, opina Darío junto a su hijo Mateo, al que ya le ofrecieron entrenar en un club importante ¿Y si es el nuevo Ruggeri?

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